Escrito por Luis Roca Jusmet
Fernando Colina ( psiquiatra crítico inlfluenciado por el psiconanálisis publicó el año 2007 un libro titulado El saber delirante ( Editorial Síntesis).
Colina acalar que va a hablar del delirio del psicótico.En primer lugar nos plantea que aunque el delirio es un síntoma hay que entender este término como la referencia a una defensa que produce un goce. Defensa contra la angustia y la devastación psíquica, y por tanto como una reconstrucción discursiva que tiene una lógica. El delirio es por tanto algo a lo que se aferra el sujeto para evitar un mal mayor.
¿Cuál es la frontera del delirio, se pregunta ? Por una parte es importante que constatemos la configuración histórica del delirio. Es decir que lo que se considera delirio en un contexto no se considera en otro ( tiempo y/o lugar). La religión, para Freud, era un delirio, Y los mismos neuróticos reconstruyen a su modo el mundo. ¿Eliminamos entonces la noción de delirio en el este marco de relitivización ? Colina da cuatro criterios aproximativos para identificar un delirio, aunque tampoco los considera definitivos. El primero es la certeza. El que delira nunca duda de su delirio. La segunda es que las ideas delirantes rompen con la realidad. La tercera es que el que delira rompe los lazos sociales. La cuarta es el carácter autorreferencial, en el que el delirante es siempre el protagonista de su propio delirio. Estas condiciones, en su conjunto, parecen necesarias peor no suficientes. Sobre todo porque el punto central, que es el dos, es siempre problemático. ¿ Qué es la realidad ? En todo caso el delirio del psicótico implica siempre la autorreferencia de su soledad, la construcción de un discurso en el contexto de la devastación psíquica y el goce narcisista del delirio.
El delirio es diferente de la alucinación. El delirio es discursivo, es una interpretación de los hechos mientras que la alucinación es perceptiva, lo que quiere decir que sustituye el hecho real por uno imaginario. Ninguna d elas dos presupone necesariamente la otra.
El delirio tiene una lógica impecable. Busca, de hecho, una lengua totalmente lógica, matemática. hay una especie de voluntad de verdad. Esta es la cuestión, la de la verdad que puede haber en el delirio.
Pero si hablamos de la verdad que puede contener un delirio es importante que sepamos la mentira que contiene la ilusión. Y la ilusión, el espejismo colectivo puede conducir a un discurso colectivo que es delirante.
Quizás una diferencia entre el delirio del psicótico y el del no psicótico es que el primero es individual y el segundo es social. Este es, por lo menos, un tema para pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario